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Dulces destellos que a cada instante estremecen mi vida, insisten en mostrame una verdad perfecta, como una melodía incesante, los siento en mi interior...
y la dulce canción que resuena en mis oídos, me eleva y me sostiene, me susurra bellezas sin nombre, y me muesta lo que realmente soy.

miércoles, 23 de junio de 2010

Conocer las emociones.

Día a día vivimos la vida desde el dolor, pesimismo y sufrimiento, desde emociones negativas, hemos aprendido que la vida es sufrimiento, que es innato y natural, pero no tiene porque ser así, la vida es una escuela, y cada experiencia una lección, algunas más complicadas que otras, pero la vida no es en si sufrimiento.
El desequilibrio en el que vivimos es producto de lo que nos ha tocado vivir desde que nos encontramos en este mundo, en el útero de nuestra madre, desde ese momento estamos aprendiendo, y cada vez que la experiencia es más complicada de lo que podemos procesar, lo guardamos, sí, nuestra mente es muy sabia y encierra o bloquea dentro de ella misma todo lo que no le es posible procesar; entonces nuestra mente encerró en alguna red de neuronas en nuestro cerebro todas esas experiencias demasiado grandes para racionalizar a temprana edad y un niño, un bebé o un feto no cuentan con una gran capacidad de análisis y comprensión, de este modo fuimos guardando miedos y bloqueando experiencias y una vez que ya crecimos la experiencia y el dolor vivido está tan guardado que no lo percibimos pero sí empaña el lente por el cual vemos e interpretamos la vida, es a través de este lente empañado que nos relacionamos con los demás, que nos enfrentamos y respondemos a nuestro entorno, es así como percibimos cada nueva vivencia desde el sufrimiento, el dolor y el miedo.
Pero todo esto es adquirido, no es nuestra esencia, por esto se hace necesario conocer y comprender nuestras emociones, sólo conociéndonos seremos capaces de analizar las experiencias y aprender nuestras lecciones, para así poder convertir cada vivencia en una instancia de crecimiento que nos acerque al equilibrio y que no sean más situaciones de angustia, pena, rabia y todas esas emociones negativas que vamos arrastrando.
Es posible y está en nuestras manos transmutar nuestras emociones, lo fundamental es identificarlas y luego trabajar con uno mismo para aprender la lección y liberar esa emoción negativa.
Es preciso identificar la emoción o las emociones que perturban la vida, ¿es pena?, ¿es miedo?, ¿es inseguridad?; una vez identificada la emoción podemos trabajar para polarizarla, es decir, llevarla al polo positivo, trabajar nuestras emociones no es fácil en este punto es importante pedir ayuda, ten el valor de hacerlo.
Recuerda que todos somos parte de una red, todo lo que avanzo lo avanza mi entorno, si tú mejoras, lo hace también el entorno y tu percepción de este, por consiguiente tu vida es más armónica.
Con cada paso que damos al equilibrio todo lo que nos rodea se acerca también al equilibrio.

miércoles, 9 de junio de 2010

Alma y destino

Escuchar nuestra alma nos acerca a una consciencia de unidad y un estado de paz.

Nuestra alma, la esencia más sabia de nuestro ser, sabe a ciencia cierta lo que necesitamos para realizarnos, lo que debemos aprender, lo que debemos vivir, como si en el fondo de nuestro ser supiéramos lo que de verdad nos hará feliz.

Cuando nos encontramos en armonía con los deseos de nuestra alma, nos inunda una ola de regocijo interno, todo se aquieta y nos llenamos de paz, sólo debemos aprender a hacer caso a esa voz interna que todos tenemos, que muchas veces queremos hacer callar o la descartamos porque a simple vista no nos conviene, o simplemente desconfiamos de nuestra intuición.

Seguir los dictados del alma amerita valor, coraje y mucha perseverancia, estamos en un mundo que no valora la espiritualidad, inmersos en una sociedad que descalifica a quienquiera que ose seguir su propio destino; pero a la vez tu alma dentro es una poderosa fuerza que vibra intensamente si la quieres sentir, puedes llenarte de esta fuerza, oír lo que dice tu intuición, seguir esa voz, y crear tu destino, Paulo Coelho en "El Alquimista" lo llama vivir la leyenda personal, eso que solamente tú puedes hacer y nadie podrá hacer por ti, esa leyenda personal es tu misión de vida, como la llaman otros, yo prefiero destino, cuando comenzamos a construir nuestro destino, nos armonizamos, porque alma y personalidad comienzan a andar hacia una misma dirección, esto nos alivia y nos equilibra; armonizar alma y personalidad deja atrás sufrimiento y amargura, nos alegra de verdad, esta es una alegría real que nace desde nuestra propia esencia

Nuestra alma quiere que encontremos nuestro lugar en este mundo y que seamos uno lo que nos rodea, a medida que tomemos consciencia de lo real y verdadera que es nuestra alma, la energía y la fuerza que significa el espíritu dentro nuestro, tendremos más fuerza y valor para que el alma se exprese, y así ser fieles a nosotros mismos.

Que el universo nos brinde a todos las señales necesarias, y que nos habra los caminos para encontrarnos y alcanzar la iluminación.